En el Centro Cultural Poeta Barbieri se desarrolló este viernes por la tarde la charla denominada “Hablemos de cáncer en primera persona”, en la que además de la doctora Viviana Perdomo, a cargo del servicio de oncología del Hospital Municipal de Alberti, hablaron tres pacientes de distintas edades que atravesaron el diagnóstico de cáncer de mama y los diferentes tratamientos. Se sumaron las palabras de la licenciada en psicología Melina Cocaro de Chivilcoy, y de María Rita Fournier de 9 de Julio, quien expuso sobre el proyecto “Pelucas Solidarias”. Para la charla fue montada la exposición de fotografías hechas por Adriana Bocca, denominada “Que el rosa te dé poder”, para la que vecinos de Alberti habían pasado con motivos color rosa.
DETECCIÓN PRECOZ MÁS QUE PREVENCIÓN.- A cargo de las palabras de bienvenida la doctora Viviana Perdomo explicó que la actividad fue impulsada por el mes de octubre que es el mes de la “Sensibilización y concientización sobre el cáncer de mama”. “La idea es hacer algo interactivo, hablar desde la experiencia, hablar en primera persona, y compartir qué siente el paciente ante el diagnostico, cómo lo enfrenta, y cuál importante es el apoyo de la familia y de la gente que está al lado”, explicó; al referirse a este tipo de cáncer dijo: “sigue siendo uno de los más frecuente en la mujer; hicimos un estudio, un relevamiento en Alberti, retrospectivo de tres años para saber la frecuencia de los tumores, y concluimos que de cada 10 personas, 8 vamos a tener en algún momento algún tipo de tumor, lo que no implica que uno se muera de eso”. La doctora señaló también que “siempre hacemos una salvedad entre dos conceptos que son la detección precoz y la prevención, en mamas se puede hacer más detección precoz que prevención, ya que uno no puede prevenirlo del todo porque hay ciertos factores que son genéticos; tener familiares que hayan tenido cáncer de mama hace que uno tenga mayor predisposición a tenerlo”. Luego se refirió a la importancia de los controles y al avance que hubo en nuevos medicamentos para el tratamiento del cáncer.
LA CIENCIA, DIOS Y EL AMOR.- Las pacientes que brindaron testimonios fueron Blanca Ferrari, Adriana Casey, y Elsa “Ponono” Beraza. En primer lugar Blanca Ferrari destacó “lo importante que es que hoy se pueda hablar de cáncer” ya que “en generaciones anteriores se la llamaba la mala enfermedad, no se lo nombraba”, y contó su experiencia recordando que “en 1994 me detectaron un cáncer de mama, y por un método de marcación me extrajeron un pedazo de mama y ganglios de axila; hoy pasaron más de 20 años del día en que los resultados del análisis decían que tenía cáncer”. Habló de su tratamiento y de su recuperación, hasta que “en abril del 2017 el cuerpo me dijo de nuevo que esta señora (la enfermedad) estaba de visita; hicimos los estudios y lo comprobamos, así que me extrajeron la otra parte de la mamá que me quedaba; pero no tuve miedo, yo tenía 3 armas muy importantes para ganar la batalla: la ciencia, Dios y el amor”. Sobre el final de su testimonio pidió “a mujeres y hombres no poner al cáncer como sinónimo de muerte, tenemos que ponerle ganas, fuerzas, sacarle el tinte de tragedia, hacernos fuertes y luchar”.
LOS HIJOS Y LOS AMIGOS QUE SON TODO.- En segundo lugar Adriana Casey contó el momento en que después de la operación se enteró que tenía que hacerse tratamiento de rayos, “fue lo único que escuche y nada más, no sabía si salir corriendo o qué hacer, primero pensé en no hacerme nada, pero después te dan el alta, te vas a tu casa y pensas en ir a hablar con la doctora (por Viviana Perdomo), para la cual no tengo palabra para definirla. Yo fui pensando que me iba a hacer rayos pero después de hacerme los estudios me dijeron tenes que hacerte quimio, fue lo peor que me pudieron haber dicho (…), para mí fueron bravas, cuando tenía las descomposturas que me duraban una semana pensaba para qué me metí en esto, pero una vez recuperada contaba los días para hacerme la otra”. Recordó también que a veces, durante el tratamiento, “uno tiene ganas de tirar todo, está enojada, está mala, pero siempre están los hijos y los amigos que son todo (…); una vez que terminé el tratamiento guardé todo los pañuelos porque dije que no los iba a usar nunca más”.
Por último habló Elsa “Ponona” Beraza, quien contó: “lo mío fue muy sencillo, muy rápido. El doctor Horacito me pregunto si nunca me había hecho una mamografía, y le dije que nunca me hice nada en los 82 años que tenía; a los pocos días estuve en cama por la columna y sin querer me toque y sentí una dureza, fui enseguida, hablé con el doctor, le dije mira que tengo una dureza y enseguida me tocó y me dijo tenes un tumor, así de simple. Al otro día hicimos todos los estudios, me hice las mamografías y en 15 días me operaron. Luego empecé a hacer las quimio, y para mí no fue nada, salía de la quimio y me iba al supermercado, yo ni cuenta me daba”.
Luego del testimonio de las pacientes que hablaron del cáncer en primera persona, expuso la psicología Melina Coccaro sobre los aspectos psíquicos que influyen en la salud de las personas, y a continuación María Rita Fournier contó cómo comenzó a funcionar el proyecto de “Pelucas Solidarias” en 9 de Julio, para ofrecer realizar talleres en Alberti con las personas que quieran confeccionar de forma solidaria pelucas para las pacientes que pierden el cabello cuando hacen los tratamientos.
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