La titular del área encargada de Habilitaciones, Bettina Fitipaldi, y el director del área de Bromatología, el médico veterinario Roberto Murray, establecieron en reunión de trabajo nuevos lineamientos para el abordaje conjunto de problemáticas relacionadas a la actualización de las habilitaciones expedidas a comercios, en su mayoría por cambios de rubros que no han sido declarados. También acordaron pasos a seguir para el control de la comercialización de alimentos por encargo y de elaboración casera en domicilios particulares.

  En primer término se acordó un incremento de la frecuencia con la que se realizan los controles bromatológicos, a los que se sumará una inspección ocular para la elaboración de un informe que será enviado a la oficina de habilitaciones para cotejar que la mercadería que se exhibe para la venta se corresponda con la habilitación brindada; en caso contrario, de acuerdo a lo establecido en la Ordenanza 1848 se procederá de oficio al cambio de rubros y de las correspondientes categorías.

   En segundo lugar se continuará articulando con la autoridad de control correspondiente (policía) para la inspección de comercios en los que se vende bebidas alcohólicas, en particular aquellos negocios como quioscos que ya han sido notificados de la prohibición de vender, dentro de ese rubro, ese tipo de bebidas (Ley 13178).

  Además se inició un trabajo de localización de los hogares en los que se publicita venta de comida por encargo para solicitar a sus propietarios la correspondiente libreta sanitaria (en cumplimiento de la Ordenanza 2223) que certifica el estado de salud de quienes intervienen en todos los procesos de elaboración, desde la industrialización, depósito, transporte, manipulación y venta de los productos alimenticios, además de una intimación a que inicien el trámite de habilitación correspondiente retirando por mesa de entrada las planillas disponibles.   Por último se acordó la comunicación a la comunidad en general de la obligatoriedad, tanto del inicio de trámites de habilitación para aquellos vecinos que inicien una actividad comercial cualquiera fuese el rubro, como la solicitud de la baja a los propietarios de comercios que hayan cerrado sus puertas, para el cese de la facturación de servicios dentro de las categorías asignadas al rubro. La baja de oficio puede realizarse después de que en varias inspecciones se detecte que el cierre es definitivo, y no por vacaciones o refacciones en el local.